Bajo la luna.

sábado, 21 de febrero de 2009

Apoyada en el alfeizar de la ventana contemplaba las hermosas estrellas en el firmamento. Cuantos seres marvillosos centelleaban en la noche. Escuchaba los sonidos, maravillada de tanta belleza. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos. No podía contener la emoción de poder ver la luna brillar. Alzó la mano al viento cálido de la noche. Flotaba entre sus dedos y su pelo. Salió al jardín y empezó a bailar con el viento. Una dulce melodía la llamaba en el firmamento. Su vestido amarillo destacaba en la oscuridad. Bailaba y bailaba sin cesar.
Corrió por la ladera de verde hierba. Nada más llegar a la cima dio un grito de alegría. Se sentó y embelesada vio el precioso campo lleno de flores. Rojas, azules, amarillas, rosas, naranjas cuantas hermosas flores. Todas iluminadas por el resplandor de la luna.
A lo lejos divisaba la enorme cascada de agua de la que tantas veces oyó hablar. Caminó despacio. Bailando con sus pies. Con su pelo ondeando por el viento. Tocando dulcemente los colores de aquellas miles de flores.
Cuando por fin llegó hasta la cascada sus ojos se iluminaron. Sonrisa continua en su rostro. Brillo en su alma. Se agachó para tocar aquella agua cristalina. Fría pero suave navegando entre sus dedos.
Se levantó y corrió hacia una gran piedra plana de la orilla. Metió sus pies en el agua color turquesa.
Nunca había sido tan feliz. La naturaleza brillaba con todo su esplendor en la noche. Pero le faltaba algo. Notaba una ausencia.
Escucho esa dulce voz en la lejanía.
-Zaira ¿Eres tu?
-Sí soy yo, ¿Ezequiel dónde estas?
-Aquí detrás de los árboles.
-Ven acércate. Quiero verte.
-No. Es mejor que no me veas.
-¿Por qué? Yo quiero verte.
-No...yo... Romperá el encanto.
-No seas tonto, ven acercate, quiero verte.
-¿Estás segura de ello?Ya sabes lo que me pasó.
-Sí y no me importa, ven, venga.
Ezequiel salió de entre los árboles. Tembloroso y dudando se fue acercando poco a poco. Zaira empezó a correr hacia él. Quiso acariciarle la cara pero no la dejó. Insistió y colocó sus manos en sus mejillas. Se vieron por fin uno enfrente del otro. Ezequiel movió sus labios y ella dulcemente posó su dedo para que no dijera nada. La mirada fija el uno en el otro. Cuanto tiempo deseando que llegara ese momento. Zaira lo cogió de la mano y se acercaron hasta la orilla.
-Ya no soy el mismo ¿Verdad?
-No... eres aun mejor.
-Como...pero...soy un monstruo. Mírame bien.
-No. Eres la persona más bella que he conocido nunca.
-Como puedo ser bello. Fíjate como me quedó el rostro. Quemado por el fuego.
-Eres lo más bello y hermoso que he conocido. Eres Ezequiel y eso nunca cambiará lo que siento por ti. Dejáme que te acaricie de nuevo.
-He de serte sincero. Tenía miedo de venir.
-Miedo? ¿Por qué?.
-Por que temía perderte. Me daba miedo pensar que me rechazarías en cuanto vieses mi aspecto.
-Nunca te rechazaría. Nunca. Yo te amo desde el primer momento que conversamos en el jardín del hospital. Estaba sola, me sentía triste, tenia miedo. Pero con solo escuchar tu voz todos esos sentimientos se desbanecieron.
-Ahora que puedo ver esos preciosos ojos, me doy cuenta de lo mucho que te amo.
-Yo también te amo. Y me alegra por fin poder tenerte aquí a mi lado.
-Llevas el vestido que te regale. ¿Te gusto?
-Sí, Muchisimo. Es tal y como me lo había imaginado por tus palabras.
-Sigues siendo tan maravillosa como siempre. Tan bella por dentro como por fuera. Salvo por una diferencia.
-Una diferencia?
-Sí ahora podemos vernos en uno al otro.
-Yo ya te veía antes.
-¿Cómo? ¿Cómo podías verme si estabas ciega?
-A través de tus palabras y tus caricias. Por el sonido de tu corazón. Te veía como ahora.Veía a mi amor
Juntaron sus manos y empezarón a subir de nuevo hacia la ladera.Sus corazones empezaron a latir al mismo son. Al llegar de nuevo a la cima contemplarón juntos la luna brillar. Las flores danzaban al son del viento reflejando en ellas el brillo de las estrellas. Se fundieron en un enorme beso y ya nunca se separarían por siempre jamás.

6 comentarios:

tashano dijo...

Precioso!!!!! y es verdad eso que siendo ciegos pueden ver, mi madre es invidente y nosotros le decimos que es que tiene un chip, no puedes imaginarte lo que son capaces de ver.

Muy buena entrada , me a gustado mucho la belleza no esta en el exterior sino en el interior de las personas.

Un besazo

estoy_viva dijo...

ohhhhhh que bonito que romántico las historia que me gustan con una moraleja....dejemos que nos guíe lo que vemos en el interior de las personas y no por su envoltura....
Con cariño
Mari

tashano dijo...

Hola cielo, vuelvo a pasar por tu blog para decirte que en el Blog de Luthien de Calafafas, la elfa , tienes un regalito para tu Blog.

Un besazo

La gata en el tejado dijo...

Hola guapetonas!!!!
Perdonar por no haber contestado ayer. Me fui a ver un partido de futbol. La verdad al principio me lo pasé bien hasta que hubo una pelea multitudinaria en las gradas y se me fastidió la tarde. Me dio verguenza ajena y ayer no tenia animos para escribir. así que os pido perdón.
Tashano, yo conocí gente invidente y como tu dices son capaces de ver lo que nosotros los videntes no podemos. Ahora mismito me paso por el blog a recoger mi regalito. Muchisimas gracais.
Mari me alegra de que te haya gustado. deberíamos guiarnos más por el corazón de una persona y no por un simple envoltorio.
Un biquiño moi grande a las dos.

Mara dijo...

Precioso, la verdad que muchas veces no se necesita ver... para saber!!!

La gata en el tejado dijo...

Hola Mara!!!
Me alegra que te guste. No tienes por que ver para sentir amor. El verdadero amor nace del corazón y no de los ojos.
Un biquiño moi grande!!!

 
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