Pesadilla: Perdida

Nota de la gata en el tejado: Recibido el siguiente email:

Se ha notificado a Blogger de que cierto contenido de tu blog infringe presuntamente los derechos de autor de otras personas, según la ley estadounidense de protección de los derechos de autor (DMCA, Digital Millennium Copyright Act). 

PROCEDO A EDITARLA ENTRADA EN EL  BLOG ELIMINANDO LAS DOS IMÁGENES QUE CONTENÍA POR LAS CUALES CREO QUE SE ME HA DENUNCIADO PUES LA ENTRADA ESCRITA ES DE MI PROPIA CREACIÓN.

Nota de la gata en el tejado: Antes de leer este relato de miedo aviso que contiene escenas un poco macabras y que pueden herir tu sensibilidad. Lo lees bajo tu responsabilidad. Si después no puedes dormir recuerda: Ya te lo avisé.

Entra la noche poco a poco. El cielo tiene un color rojo intenso. A mi alrededor un descampado enorme con hierba alta y seca. No sé por qué estoy ahí. No sé como he llegado. No reconozco el lugar.
Cerca de donde me encuentro hay un pequeño montículo. Decido sentarme para ver la puesta de sol. El día se acaba y deja paso a la noche. Bajo del montículo y contemplo el horizonte.

Camino para saber donde me encuentro y si puedo ver a alguien que me indique como salir de ese gigantesco descampado.

Según avanzo noto como la humedad de la tierra deja paso a charcos enormes entre la hierba. Camino y camino. No hay nada, ni nadie. Eso me extraña. De repente los edificios desaparecen y solo queda la hierba seca. Nada más que eso.

Sigo caminando y comienzo a estar intranquila. En el horizonte no hay nada. Cada vez más oscuridad y ninguna señal de vida a mi alrededor. Camino y camino cada vez más rápido. Las piernas empiezan a fallar lentamente. La angustia recorre mi cuerpo.
Qué hago aquí?
Donde estoy?
Como he llegado?
Sigo y sigo caminando. A lo lejos una figura extraña. Camino para ver qué es. Según me acerco logro distinguir la sombra.

Ante mis ojos un precioso caballo blanco. Ojos azules y crín de plata. Se queda fijo en mi. Sus ojos azules me tranquilizan. Es tan hermoso. Nunca había visto un caballo igual. Porte de duque y ojos de rey.

Me hace una señal para que me suba a su lomo. Dudosa me acerco y lo acaricio. Otra vez la señal para que me suba. Me da algo de miedo por si me caigo pero al final me decido a hacerlo. Subo y el caballo comienza a trotar. Primero lentamente y después con más y más velocidad.

Una energía impresionante recorre mi cuerpo. Noto la brisa en mi cara. Estoy feliz. Avanzamos entre la hierba y el caballo empieza a ponerse nervioso. Duda en avanzar, yo intento tranquilizarlo y le pido que me lleve hasta casa.

Avanza lentamente con miedo. La hierba cada vez es más grande y el caballo se detiene de golpe. Comienza a relinchar, da un gran salto y me tira al suelo.

Esta muy inquieto. No para de cocear al aire y saltar. Puedo ver en sus ojos el terror.

Que está pasando?

Por qué se pone así?

Quiero acercarme a él pero no me deja. Sigue saltando asustado.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta que hay un claro. Me acerco y veo en el suelo entre un gran barrizal una tartera vieja. Decido averiguar que pasa, que contiene esa tartera que tanto asusta al caballo. Cuando estoy suficicentemente cerca me agacho. Solo tiene agua turbia. Hay mucho barro alrededor. Vuelvo otra vez la mirada hacia ella. De repente empieza a brotar sangre.

Más y más fuerte. Un chorro enorme que me salpica. Intento levantarme pero estoy paralizada. Qué mierda es esto???!!! ¿¿Qué pasa?? No puedo moverme.

El caballo cada vez esta más y más nervioso. La sangre sigue brotando y salpicando. Quiero levantarme e irme pero no puedo, el miedo me paraliza. Cada vez más fuerte y más alto sigue saliendo sangre. Quiero irme no, quiero ver eso. Me asusto cada vez más y más.
-Levántate, vete, corre huye de eso , quieren hacerte daño. Dice una voz a mi espalda.

Consigo levantarme y caminar poco a poco. El barro empieza a tragarme y brota sangre de él . Me traga lentamente y me cuesta avanzar. Cada vez tengo más miedo, no se que está ocurriendo. Solo quiero salir de ahí.

Logro salir del barrizal y una figura pequeña se me acerca .
-¿Quien eres? ¿ Eres tu el que esta haciendo esto? ¿Por qué esta sangre? ¿Por qué me asustas?
Nada no responde. La figura avanza hacia mi de espaldas. Esta a un escaso metro de mi entonces me contesta.
-Ya no tengo nombre. Lo perdí hace mucho tiempo. No intento asustarte, solo quiero que veas lo que me ocurrió.
-Pero ¿Qué te pasó? ¿Por qué tanta sangre?
-Fui asesinada en este descampado hace mucho mucho tiempo. Dijeron que era una bruja.
-¿Quien decía eso?
-Los antiguos habitantes del pueblo.
-Y eso ¿Por qué?
-Porque una vez cuando aún era un niña, un joven me acuso de brujería por recoger de la calle un gato negro.
-¿Solo por eso?
-Sí, eran otros tiempos. Cualquiera podía ser acusado de brujo, incluso por recomendar manzanilla para el estomago. Era considerado brujería utilizar hierbas.
-Y ¿Te asesinaron?
-Sí, me trajeron hasta este descampado. Fui apedreada, golpeada y sacaron toda la sangre de mi cuerpo para purificarlo. Me arrancaron los ojos y la lengua para que no pudiera verlos desde el infierno y condenarlos con mi lengua. Eso decían.Luego me enterraron aquí en el lodazal.
-¿Como pudieron hacerte eso? ¡¡¡Solo eres una niña!!! ¡¡¡Que barbarie!!! ¿Llevas mucho tiempo aquí? ¿Necesitas mi ayuda?
-Llevo mucho tiempo. Esperando que alguien me viese. Ahora has llegado tu. Me ves y puedes escucharme. Puedes ayudarme en algo
-¿En qué?
-Llévame hasta el horizonte, tiene que haber una luz. ¿La ves?
-Sí, la veo, gírate y dame la mano.
-No, no puedo.Es mejor que no veas mi rostro.
-¿Por qué?
-Sigue desfigurado, tu solo háblame y yo seguiré tu voz.
-Vale vamos, súbete al caballo y nos iremos.
La niña se subió a lomos del caballo y emprendimos el viaje. En el horizonte una luz hermosa y enorme. Cegaba la vista pero no podías apartar la mirada. La niña bajo del caballo y se fue hacia ella.
-Ya nos veremos. Muchas gracias.
-De nada. Sé feliz.
-Lo haré llevaba mucho tiempo esperando este momento. Perdona que te asustara.
-No pasa nada. Cruza ya.
Se fundió en la luz. Un brillo enorme ilumino el prado de hierba seca. Comenzaron a brotar hermosas flores en el campo. Flores rojas que por siempre recordarían la barbarie cometida en ese lugar. Una vida arrebatada por el fanatismo y la locura.