Y no pude decirte adiós

Había llegado el día y tenía que hacerlo. Aunque no estaba preparada para tal golpe. Cogí el coche y un nudo en la garganta me ahogaba lentamente. De camino mis lágrimas intentaban escapar pero yo se lo impedía.

No podía estar así. No quería que me viese así.

Llegue por fin, el viaje se me había hecho eterno esta vez. Subí poco a poco las escaleras y después me dirigí hasta el ascensor. Otra vez esas lágrimas amargas en mis ojos.
No para ya. No puede verte así conten ese sentimiento. No arruines este momento. Que note que estás bien. Que puedes hacerlo.
Llegue por fin a la planta. El pasillo era enorme y mi corazón temblaba. Abrí con cuidado la puerta.
Ya no eras el mismo. Ahora no notaba tu fuerza y tu energía. Estabas apagado, triste. Me quedé un momento en la puerta observándote fijamente. Intentando fijar en mi mente tus recuerdos. Los recuerdos de momentos alegres y no esta situación. No quería recordarte así en mi mente. No era capaz. Me llamaste con voz débil y me acerqué. Otra vez ese nudo en la garganta. Hablamos de cosas absurdas y temas sin importancia. Yo te preguntaba como te sentías pero eras incapaz de expresarte. Y derrepente vi tus lágrimas y no pude. Tuve que irme. Corrí por el pasillo. Ahogada en mis lágrimas.
Por que tenía que sucederle a él. Ahora que podía disfrutar de la vida se apagaba. No comprendía porque te alejaban de mi. Yo te necesitaba. Yo te quería. No podía soportar perderte. Me dolía tanto por dentro que no pude reprimirme y me ahogue en llanto.
El dolor se hizo inmenso. Yo no quería que te fueras. No era capaz de soportar ese dolor que me ahogaba cada vez más. Después de un rato logré serenarme y volví de nuevo. Me preguntaste que me había pasado.
Nada es que se me metió algo en el ojo y me picaba. A mi también me dijiste.
Te cogí la mano fuertemente, te besé y acaricié. Mi mirada estaba fija en tus ojos tristes. Mi voz temblaba y te animaba. Te decía que estuvieras tranquilo que todo iba a salir bien. Que no te preocuparas, que todos te queríamos. Bromeamos un rato y te hable de cosas absurdas para poder arrancarte una última sonrisa.
Estaba destrozada por dentro. Me hice la fuerte. Otra vez deje una coraza en mi ser. Pensé para mis adentros.

Eres fuerte, puedes soportarlo. Cálmate y no llores. No dejes que ese sea el ultimo recuerdo de ti. Quiero que me recuerde alegre. No quiero que se valla con la pena de verme mal. Quiero que recuerde nuestra felicidad juntos. No podría soportar que te fueses preocupado por mi.
Llegó entonces el momento de irme. Te abrace fuertemente. Era casi incapaz de separarme de ti. Te bese una y otra y otra vez. Te di la mano. Y volví a besarte. Intenté despedirme pero fui incapaz.

Me dijiste adiós y yo te dí la espalda. No quería que me vieses llorar.
No me digas eso mañana vengo otra vez para verte. Hasta mañana abuelo.
Y noté en ese momento una tristeza enorme. Me dirigí al pasillo al encuentro con mis primos. En cuanto los vi empecé otra vez a llorar desconsolada. Era incapaz de parar y todo mi cuerpo temblaba. No fui capaz de coger el coche. Mi prima tubo que hacelo por mi.
Cuando llegue a casa no pude evitar sentirme mal por no haberte dicho adiós. Pero era incapaz. No podía decírtelo. Pues aunque me doliese perderte en esta vida se que estarías a mi lado por siempre. Me costó mucho poder dormir esa noche.
A la mañana siguiente sonó el teléfono. No quería cogerlo pues ya sabía lo que significaba. Ya te habías ido. El cancer había podido con tu fuerte cuerpo. De nada sirvió el año y medio de lucha al final pudo con tu cuerpo. Rompí en llanto otra vez. Te llamaba y no quería que te fueses. Nos fuimos al hospital corriendo.

No quería entrar.No era capaz, no quería tener ese último recuerdo en mi mente. No quería ver tu cuerpo desfallecido y muerto. Me hice la fuerte otra vez y entré. Cuando vi la palidez de tu rostro asimile lentamente que ya no estabas conmigo.

Pero tu cara ya no estaba desencajada por el dolor. Tenias cara de felicidad y descanso. Empezaron ha hablar de lo que habías dicho de noche. Llamabas por tus padres y hermanas y hablabas con ellos. Sabía que por fin estabas junto a tus padres y hermanas que te dejaron siendo pequeño. Habías vuelto con tu familia. Ellos te estaban esperando. Acaricié tus mejillas casi frías y rompí de nuevo a llorar. No quería irme de tu lado.
No dejarme que me quede con el abuelo, por favor dejarme, quiero quedarme con él, dejarme por favor.
Mi tita loli se me acercó y me llevó fuera. Rezamos por que estuvieras bien. Ella me animaba diciéndome que ahora ya no sufrías que estabas con tu familia. Esa familia a la que tanto deseabas ver. Por fin estabas a su lado. Ya se te había acabado el sufrimiento y ahora estabas en paz. Eso me reconforto. Me abrazó fuertemente y note paz. Los días siguientes fueron muy duros. La mañana de tu entierro me sentí tan mal. Me maree y me dolió por dentro todo. Aguante fuerte por la coraza. Pero llegó el momento de decirte adiós para siempre. Ya descasaba tu cuerpo en el nicho y rompí de nuevo a llorar. No podía contenerme. Me acerque a tu tumba y me despedí.
Abuelo te hecho tanto de menos. Noto que me faltas. Ya sé que cuidas de nosotros desde la luz y que ahora estás en paz. Pero no puedo evitar sentirme culpable por no despedirme. Por no haberte dicho adiós. Pero entiéndeme por favor. No pude hacerlo. No podía decirte adiós. Adiós significa acabar con todo y yo no pude. Pues para mi siempre estarás en mi corazón.

Aunque el tiempo valla pasando y tu rostro no pueda recordarlo con nitidez sé que tus buenos momentos están ahí. Se que cuidas de nosotros y que nos guias desde la luz. Seguro que algún día te habrás enfadado conmigo, pues muchas veces no he podido ser fuerte y ayudar a los demás. Pero aun me duele por dentro tu ausencia. Ahora mismo reprimo mis lágrimas al escribir estas lineas. Pero aunque sé que me duele escribir esto necesito hacerlo, necesito desahogarme.
Te quiero y te hecho mucho de menos. Espero que cuando llegue mi momento de caminar hacia la luz estéis todos esperándome abuelo. Quiero veros a todos. A el otro abuelo José a mis titos, primos y a todos aquellos que se fueron de mi lado para pasar hacia la luz. Espero conocer a tus padres y hermanas y a toda la familia que no pude conocer. Espero que todos estéis ahí cuando llegue mi momento pues nada podría hacerme más feliz que veros.

Te quiero, te quiero mucho y añoro tu vitalidad y fuerza. Ya no estoy tan triste pero sigo notando que me faltas tu y todos mis seres queridos que también se fueron por el cancer. Cuidanos desde la luz abuelo y no dejes que me pierda en el camino. TE QUIERO!! Si estas a mi lado ahora y lees estas palabras por favor manda todo mi cariño a todos de mi parte. A los tíos y a mi otro abuelo, a todos.
Os quiero y os hecho mucho de menos.